9 de julio de 1816, firma del Acta de la Independencia.

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Para los primeros meses del año 1816, en el territorio de Las Provincias Unidas del Río de la Plata conocido como el ex Virreinato ya habían quedado muy lejos los hechos de mayo de 1810 y sus ansias de libertad contra la Corona Española. Ser colonia había sido, para entonces, una vuelta al pasado pero la actualidad mostraba cómo la restauración monárquica y las guerras internas entre territorios de las provincias devenían en un panorama sombrío.

Las economías regionales que mantenían el comercio con los territorios de ultramar seguían sujetas al centralismo del puerto y las aduanas de Buenos Aires, sus remesas se perdían en ese andar burocrático y muchos grandes productores y hacendados entendían que se necesitaba regular el comercio interno al igual que las libertades civiles.

La Libertad de Vientres otorgada por la Asamblea del Año XIII, entre otras resoluciones destinadas a las libertades de los hombres, había sido entendida como una señal contra la esclavitud, y un símbolo de libertad civil. Ya entonces se comenzó a imponer el ordenamiento jurídico que terminó cristalizándose un día como hoy en 1816.

Como era de esperarse, y comprendiendo que así es el sistema democrático para los pueblos, no hubo unanimidad. Muchos representantes no asistieron a dar “quorum”: Santa Fe, Entre Ríos y Misiones no dieron el presente por oponerse a Artigas y su propia negación a la firma del Pacto de Santo Tomé; en tanto el Gran Chaco, el Comahue y la Patagonia estaban dominados por pueblos originarios y los territorios del Alto Perú habían caído bajo las fuerzas realistas.

Así, la Declaración del 9 de julio de 1816 fue la voluntad expresa de “investirse del alto carácter de una nación libre e independiente del rey Fernando VII, sus sucesores y metrópoli… y de toda dominación extranjera”. Nos emancipábamos, éramos mayores de edad y se lo gritábamos a todo el nuevo mundo libre y soberano.

Celebremos los 204 años de esa libertad y esos ideales que aún guían nuestros destinos y defendamos esos derechos por sobre todo.

¡Viva la Patria!