Un día como hoy de 2002 despedíamos a quien fuera nuestro líder y referente por más de treinta años: Lorenzo Mariano Miguel.
Nacido en 1927, comenzó su vida como trabajador en las instalaciones de la fábrica Camea y prontamente se convirtió en delegado por sus dotes para encabezar la defensa de los derechos de sus compañeros y esa virtud lo acompañaría estando a la cabeza de nuestra Unión Obrera Metalúrgica llegando a ser un referente indiscutido de las 62 Organizaciones.
Tenía 24 años cuando el peronismo ya corría por sus venas y siempre recordaría con orgullo cómo el 17 de octubre de 1945 lo encontró entre las filas de miles de trabajadores que fueron a pedir por la liberación de Juan Domingo Perón, dando lugar al nacimiento del mayor movimiento obrero del Siglo XX. Miguel fue un digno representante de las bases fundadas por el Movimiento Justicialista y aprendió de su mentor Augusto Timoteo Vandor el valor de la lealtad a los trabajadores y a la defensa de sus derechos ante el avance de las patronales.
Los metalúrgicos tenemos en Lorenzo Miguel a un hombre que dio todo por el Movimiento Obrero y que fue ejemplo de lucha por un mejor bienestar y el norte para nunca claudicar en nuestras luchas.