Trabajadores de las ramas de la industria habían comenzado el inicio del Siglo XX ya conociendo su potencial: sin ellos, las industrias eran cáscaras. La política ya no era potestad de los que tenían el voto calificado y el tratamiento de los recursos le dio a los obreros el lugar de privilegio que siempre debieron tener: Como hacedores, transformadores de piezas de acero y carbón en máquinas y artefactos, había llegado su turno de sentarse en la mesa de distribución sin retroceder un paso.
En Argentina, la defensa de los trabajadores estaba dividida y diversas ideologías los convencían para entender que la unión era más beneficiosa a la hora de negociar mejores salarios y alcanzar condiciones aptas para sus tareas. Acostumbrados a enfrentar a la patronal de manera atomizada, la fuerza se les escapaba y sólo dependían de la buena voluntad del flamante empresario.
Así, ante sostenidas discusiones y sucesos históricos que torcerían la realidad de cientos de asalariados, siendo lo acontecido la Semana Trágica de 1919 una bisagra para la organización del movimiento obrero nacional, para la década del `40 el desarrollo de la industria metalúrgica se había convertido en la madre para muchas otras como las del transporte, las ciencias médicas, las comunicaciones, las textiles, la de alimentación, y muchas más nacidas por nuevas necesidades como las del confort y del tiempo libre.
En 1943, se decidió que la defensa del sector debía estar unificado. Con representantes de gran peso como Nicolás Giulani y Ángel Perelman se comenzó a planificar lo que nacería un 20 de abril de ese año y que fue la creación de nuestra casa madre: la Unión Obrera Metalúrgica. A partir de ese momento, y con la llegada del peronismo al poder, los derechos fueron siendo conquistados y desde la Confederación General del Trabajo, los representantes de los trabajadores fueron los encargados de velar por esas victorias y de ser los guardianes de defenderlas incluso con su propia vida.
La historia del movimiento obrero siempre encontrará a la Unión Obrera Metalúrgica codo a codo luchando por nunca resignar los derechos conseguidos y velando por el bienestar de los trabajadores.
Celebramos un año más de vida y lo hacemos junto a nuestros afiliados como desde hace 78 años con las banderas de Perón y Evita como guía.
Hoy más nunca, estamos al lado de nuestros afiliados.