9 de Julio – Día de la Independencia

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La Revolución ocurrida en Buenos Aires el 25 de mayo de 1810 destituyó al virrey Cisneros y creó la Primera Junta de Gobierno por mandato popular. Teníamos gobierno pero las Provincias Unidas del Río de la Plata seguían siendo colonias españolas.

En los años subsiguientes el contexto histórico empeoró mucho: Sangrientas luchas internas (como las de unitarios contra federales); sucesivos cambios de gobierno con encarcelamientos o destierros de sus miembros; ejércitos mal preparados y peor equipados librando batallas por la independencia en medio de una situación económica de total quebranto.

En 1814 el rey Fernando VII volvió a reinar en España. Derrotado Napoleón en 1815 y caída la Revolución Francesa, en Europa los monarcas absolutistas recuperaron sus tronos ansiosos de reconquistar las colonias americanas. Desde Brasil asechaba las posesiones españolas la corte portuguesa que se había instalado allí huyendo de  Napoleón. Tenían  estrechas relaciones diplomáticas con Inglaterra y en 1816, invadieron la Banda Oriental.

La revolución independentista parecía destinada al fracaso. Los movimientos emancipadores americanos, desde México hasta Chile, eran sofocados por las tropas realistas. Solo el Río de la Plata mantenía su proceso revolucionario. Hacia 1816 el único faro encendido de la independencia en la América española brillaba en Buenos Aires.

En este contexto el accionar de los patriotas fue fundamental. Destacamos algunos ejemplos:
El magnífico desempeño de Manuel Belgrano, creador de nuestra bandera victorioso en las batallas de Tucumán y Salta.
El triunfo del General San Martín en la Batalla de San Lorenzo el 3 de febrero de 1813 y su decisión estratégica: dejar actuar a Martín Miguel de Güemes y a sus heroicos gauchos para atacar el corazón de las fuerzas realistas e impedir su avance en la frontera Norte.
La impecable acción naval del almirante irlandés Guillermo Brown: en mayo de 1814 puso fin a la amenaza realista en el Río de la Plata venciéndolos en el bloqueo a Montevideo.

Con enorme valor se logró impedir que Fernando VII recuperara su imperio americano. Pero no bastaba, era urgente dar nacimiento a una nación.

En este contexto tan grave, se convocó el Congreso General de las Provincias Unidas que comenzó a sesionar  el 24 de marzo de 1816 en Tucumán.
Tuvo carácter nacional, asistieron representantes de Jujuy, Salta, Tucumán, La Rioja, San Luis, Catamarca, Mendoza , Santiago del Estero, San Juan, Buenos Aires ,Córdoba, Charcas, Cochabamba, Tupiza y Mizque.

Los patriotas influyeron decididamente en el Congreso para lograr la declaración de la Independencia.  José de San Martín perseguía la emancipación continental de América. Su Plan Continental  solo podía ser llevado a cabo por una nación libre e independiente. Su estrategia era liberar Chile y la región del Virreinato del Perú, para vencer al principal reducto del dominio español.

El 3 de mayo de 1816, el Congreso nombró como Director Supremo a Juan Martín de Pueyrredón quien apoyó totalmente a San Martín colaborando con su Plan Continental.

Por su parte el General Belgrano, de regreso de su misión diplomática en Europa, presentó un crudo informe ante el Congreso en la sesión secreta del 6 de julio de 1816. El desorden y la anarquía de la Revolución, habían causado mala impresión en Europa y no se lograría ninguna protección.

En un escenario tan desalentador surgieron los grandes hombres y mujeres que no se dejaron abatir,  bajo la superficie actuaban secretamente con valor, estrategia e inteligencia los grupos de patriotas.

Finalmente todos los congresales decidieron dejar de lado los conflictos internos y aunar esfuerzos. El 9 de julio de 1816 el Congreso declaró la Independencia de las Provincias Unidas del Río de la Plata en un acto colectivo y soberano de enorme coraje que afirmó la voluntad de “investirse del alto carácter de una nación libre e independiente del rey Fernando VII, sus sucesores y metrópoli” y “de toda otra dominación extranjera”

Hace 203 años con esfuerzo, sacrificio, fe y decisión se logró la unión de las voluntades y ese día se levantó “a la faz de la tierra una Nueva y Gloriosa Nación”

¡Viva la Patria, compañeros!