El 25 se septiembre de 1973, hace hoy 46 años, fue brutalmente asesinado nuestro compañero José Ignacio Rucci, líder de la UOM y de la CGT.
Fue un peronista cabal, luchador leal y de máxima confianza de Juan Domingo Perón. Tuvo un rol fundamental en su regreso a la patria. Para su alegría y la del pueblo trabajador, la fórmula Perón-Perón había GANADO CON EL 62% DE LOS VOTOS, apenas dos días antes de su cobarde asesinato.
La pérdida de un hombre tan querido y leal impactó dolorosamente en el General Perón, quien durante el velatorio dijo conmovido “Me mataron a un hijo” (…) “estos balazos fueron para mí; me cortaron las patas”.
En su libro, “Militancia sin tiempo. Mi vida en el peronismo” (Buenos Aires, Planeta, 2011); Antonio Cafiero escribió acerca de esos días de septiembre de 1973: “Martes 25 al mediodía: José Ignacio Rucci asesinado. Un manto de tragedia y catástrofe oculta la alegría de la víspera.” (…) (Pág. 288),“Perón sufrió un fuerte impacto por la muerte de Rucci. Algunos afirmamos que aquel hecho sangriento aceleró el proceso de su enfermedad y muerte”.(Pág. 289)
Fueron tiempos muy difíciles en nuestra historia. La paz social se había perdido durante los largos años de proscripción y la esperanza popular estaba representada por el retorno de Perón a la presidencia de la nación. Rucci había puesto todo lo que había que poner para lograr ese regreso, por eso es tan triste pensar que habiéndolo logrado, su vida le fuera arrebatada en un acto tan miserable de violencia sin sentido. Tenía apenas 49 años.
Compartimos parte del mensaje que iba a leer ese fatídico 25 de septiembre en canal 13 de televisión, en nombre del Movimiento Obrero Organizado: “Ahora el fragor de las luchas ha pasado a convertirse en historia. La realidad de nuestros días es la unión, el trabajo y la paz. Por primera vez en 18 largos y sacrificados años se ha expresado sin limitación alguna, con absoluta soberanía, la voluntad popular.”
(…) “La reconstrucción de la Patria es una tarea común para todos los argentinos, sin sectarismos ni exclusiones. La liberación será el destino común que habremos sabido conquistar, con patriotismo, sin egoísmos, abiertos mentalmente a una sociedad nueva, para una vida más justa, para un mundo mejor”.
Sus compañeros metalúrgicos guardamos su recuerdo con profundo respeto, y agradecemos su intensa y valerosa lucha honrando su memoria.