El tercer mandato del General Juan Domingo Perón comenzó el 12 de octubre de 1973, se cumplen hoy 46 años.
Había sido electo Presidente con el 62 % de los votos, el 23 de Septiembre de 1973.
Lamentablemente tuvo demasiado poco tiempo para solucionar los enormes problemas en que estaba sumida la patria. Su tercera presidencia finalizó el 1º de julio de 1974, día en el que falleció.
Este gran hombre, seguramente sabiendo que su salud era frágil debió aceptar tamaña responsabilidad debido al profundo compromiso que le había dado el pueblo que tanto amaba. Así lo indican las palabras pronunciadas en el discurso que pronunció el 12 de octubre de 1973, desde los balcones de la Casa de Gobierno, frente a su pueblo. Habían transcurrido dolorosos 18 años. (El anterior discurso del Teniente General Perón frente a la multitud reunida en la Plaza de Mayo, había sido pronunciado el 31 de agosto de 1955.)
Hoy compartimos aquí parte de sus palabras, precisamente las que parecen pronunciadas para el momento actual.
[…]“Por ello, para mí la presente circunstancia en que estoy frente a ese pueblo, que siento tan profundamente en mi corazón, es un acicate para dedicarle hasta el último aliento para servirle, y pedirle que me ayude; para pedirle a ese pueblo que me ayude a defender esa responsabilidad manteniéndose en paz, unido y solidario, cumpliendo cada argentino la misión que recibirá para la grandeza de la Patria y la felicidad del pueblo.”
[…] “Es precisamente esa profunda fe que tengo en el pueblo de la Patria la que me ha impulsado a aceptar la responsabilidad de conducir al país. Y en ello espero que todos los argentinos, de cualquier matiz político que sean, comprendan que en la paz que podamos mantener y en el trabajo fecundo que debemos realizar, está precisamente ese destino que tenemos la obligación de defender.”
“Por eso a todos los argentinos, y especialmente a los peronistas, les exhorto a que pongamos desde mañana mismo toda nuestra actividad al servicio de la reconstrucción de nuestra Patria, para que desaparezcan las necesidades primarias que todavía pueden observarse a lo largo y a lo ancho de ella.”
También reproducimos aquí parte del discurso de Juan Domingo Perón ante la Asamblea Legislativa el 1º de Mayo de 1974
[…]“En una ocasión solemne como ésta, ante un Congreso reunido en idéntica oportunidad a la de hoy, hace exactamente veinte años, dije al pueblo argentino dirigiéndome a sus representantes: “Nunca me he sentido otra cosa que un hombre demasiado humilde al servicio de una causa siempre demasiado grande para mí, y no hubiese aceptado nunca mi destino si no fuera porque siempre me decidió el apoyo cordial de nuestro pueblo”.
[…] “La doctrina fue adoptada primero por los trabajadores. “Yo los elegí para dejar en ellos la semilla”. “Lo acabo de expresar: ¡Ellos fueron mis hombres!”. “Elegí a los humildes; ya entonces había alcanzado a comprender que solamente los humildes podían salvar a los humildes”.
[…] “Recuerdo que, cuando me despedía de la Secretaría de Trabajo y previsión el 10 de octubre de 1945, entregué a ellos todos mis ideales, diciéndoles más o menos, estas mismas palabras: “No se vence con violencia: se vence con inteligencia y organización”…
[…]”Es un verdadero milagro el que podamos ahora dialogar y discrepar entre nosotros, pensar de diferente manera y estimar como válidas distintas soluciones, habiendo llegado a la conclusión de que por encima de los desencuentros, nos pertenece por igual la suerte de la Patria, en la que está contenida la suerte de cada uno de nosotros, en su presente porvenir.”
[…] “Ha comenzado de este modo el tiempo en que para un argentino no hay nada mejor que otro argentino.”
Estas palabras siguen siendo la guía y la bandera del pueblo trabajador justicialista que ¡ SIEMPRE lo tiene PRESENTE!